jueves, 12 de abril de 2012

PARADIGMA SOCIOCULTURAL Y TECNOLOGIAS EDUCATIVAS


 Si desde un paradigma sociocultural el aprendizaje es conceptualizado como la apropiación y dominio de herramientas culturales valoradas de manera histórica por los miembros de una comunidad de práctica, ¿de qué manera la utilización de un paradigma sociocultural ayuda al diseño de actividades pedagógicas mediadas por tecnología digital, así como a la evaluación de dichas actividades y de las políticas institucionales y educativas que las sustentan?


Actualmente, son muchas las posibilidades que ofrecen las Tic en el ámbito educativo mediante su implementación y uso eficaz. De hecho, las herramientas tecnológicas facilitan el proceso enseñanza – aprendizaje y motivan al estudiante al saber hacer en el aula y fuera de ella. Del mismo modo, brindan la oportunidad de capacitación permanente, promueven el desarrollo de habilidades tecnológicas, facilitan la conexión intercultural y favorecen la adquisición de competencias que permiten el desenvolvimiento en diversos ambientes virtuales. Agregando a lo anteriormente expuesto, el docente debe tener conocimiento y manejo apropiado de herramientas tecnológicas como el uso de software de computador, internet, blogs, wikis, redes sociales, etc. Debe estar dispuesto a innovar en su práctica pedagógica y capacitarse para mejorar su formación, ya que es el mediador en la adquisición del conocimiento. En efecto, cuanto más se relacionan los conocimientos con la realidad que vive el estudiante, más fácil apropia los conocimientos. Por tal razón, se debe partir por determinar que herramientas y recursos utilizan estos para explotarlos al máximo. Cabe resaltar que, a través del lenguaje los estudiantes intercambian ideas y conjuntamente construyen significados comunes que son aplicables a su propia realidad, pues cada quien habla sobre su propia experiencia.

Evidentemente, la escuela debe ir de la mano de los medios tecnológicos para buscar con ellos, la mejor manera de construir conocimiento, de formar comunidades de aprendizaje, sin separar las instituciones de las realidades en las que están inmersas, en pro de su desarrollo y sostenibilidad. De hecho, no se trata de competir con los medios, ni de desplazarlos, sino de trabajar en un trinomio entre educación, tecnología y proceso comunicativo. Por consiguiente, los medios de comunicación que se usan en la educación, desde el tablero hasta los más avanzados, se deben analizar por parte de los docentes desde la óptica de la Mediación Pedagógica, es evidente que las Tic han hecho grandes penetraciones en la sociedad actual y por lo tanto es casi que imposible prescindir de ellas, pero su utilidad es ser una mediadoras entre el docente, el saber y el estudiante, no el fin del proceso.

Entonces, las instituciones de educación para mantenerse vigentes y competitivas, deben adecuar sus procesos de innovación en forma permanente de acuerdo a los cambios que puedan darse en el contexto educativo, tecnológico y social. De ahí la importancia de mantener redes colaborativas, con el objetivo de compartir información, experiencias, proyectos comunes, apertura al conocimiento y otros, propiciando un avance continuo que permita mantener un nivel de calidad, acorde a las exigencias de la globalización. No obstante, los Sistemas de Gestión de Aprendizajes (LMS) han logrado un posicionamiento importante en las instituciones de educación como medios facilitadores de recursos tecnológicos en forma integrada, que habilitan la innovación de las prácticas pedagógicas, a partir de la construcción de entornos de aprendizaje y el desarrollo de métodos activos. Por ende, el  aprendizaje exige la adopción de un papel activo por parte del alumno; el profesor debe enseñar estrategias de acceso, búsqueda, selección y estructuración de la información relevante; es imprescindible un establecimiento de metas claras de aprendizaje, el cual ha de estar contextualizado para contribuir a una integración entre la teoría y la práctica. En definitiva, una buena enseñanza es aquella que explota los nuevos medios para conseguir que el alumno desarrolle un aprendizaje autónomo, que le permita estar preparado para la formación continua.

Sin embargo, contar con un modelo que esté sustentado en la articulación coherente de la pedagogía y la tecnología, que sea flexible y que permita su adaptación a partir de la experiencia real, es una herramienta de incuestionable valor para el desarrollo de un mejor proceso de incorporación de TIC. La evaluación formativa constituye la estrategia eficaz para mejorar el aprendizaje de los estudiantes, disminuyendo la variabilidad entre ellos y fomentando, al mismo tiempo, una formación de calidad. En este sentido, se muestra la diferencia entre evaluación formativa y evaluación sumativa (Scriven, 1967). La formativa, de seguimiento o de proceso, es la realizada durante la aplicación del programa y su objetivo se dirige a la mejora y optimización del programa. La evaluación sumativa, de resultados o de impacto, se lleva acabo una vez finalizado el programa y su objetivo principal es la justificación y contabilidad. Ambos tipos de evaluación se complementan en un mismo proceso evaluativo. Por otra parte, sobresalen la autoevaluación y heteroevaluación. En el caso del aprendizaje, nadie como el propio estudiante puede valorar el esfuerzo que ha realizado, las dificultades y el grado de satisfacción que le ha producido el aprendizaje. Estos casos, de procesos de autoevaluación, se enfocan más adecuadamente si nos encontramos en situaciones de evaluación formativa. En cambio los procesos de evaluación sumativa requieren de sistemas de heteroevaluación, o valoración por otros agentes que complemente la primera.

Referencias

Fernández-Cárdenas, J. M. (2009a). Las tecnologías de la información y la comunicación desde la perspectiva de la psicología de la educación. (J. Arévalo Zamudio, & G. Rodríguez Blanco, Edits.) México, Distrito Federal, México: Secretaría de Educación Pública/Dirección General de Materiales Educativos.

Daniels, E. (2003). Aplicaciones educativas de la teoría sociocultural y de la actividad. Vigotsky y la pedagogía (págs. 139-183). Barcelona: Paidós.

Heredia Escorza, Y., & Romero Munguía, M.E. (2007). Un nuevo modelo educativo centrado en la persona: compromisos y realidades. En A. Lozano Rodríguez, & J.V. Burgos Aguilar. Tecnología Educativa en un Modelo de Educación a Distancia Centrado en la Persona. (págs. 53-75). México: Limusa.

La evaluación formativa. Recuperado el 12 de abril de 2012 en http://servidor-opsu.tach.ula.ve/ascen_acro/zambra_g/marco_teo.pdf

Lacasa, P. (2002). Cultura y Desarrollo. En P. Herranz Ibarra, & P. Sierra García, Cultura y Desarrollo (págs. 17-50). Madrid: UNED.

Wenger, E. (2001). Comunidades de Práctica: Aprendizaje, Significado e Identidad. Barcelona: Paidós.



4 comentarios:

  1. Es importante que las instituciones educativas estén conectadas e integradas de tal forma que faciliten su comunicación con la web, las comunidades de aprendizaje son una excelente opción para integrar las instituciones formativas a los ambientes de aprendizaje donde todos puedan participar y compartir experiencias, conocimientos, artículos y publicaciones creadas por los miembros de estas comunidades, teniendo presente que el aprendizaje se construye social y que solo gracias a la interacción entre los miembros de un grupo se puede lograr avances, pero también es necesario que las Instituciones educativas, los entes gubernamentales y organizaciones empresariales tengan políticas clara que fomenten y preparen a los docentes para contextos cada día más exigentes, si se pretenden plantear sistemas de evaluación que midan o muestren el avance de los estudiantes, deberemos preguntarnos qué contenidos deberemos elaborar como maestros, que estrategias pedagógicas implementaremos para motivar a nuestros estudiantes a querer aprender, en fin como las TIC pueden ayudar a fortalecer los procesos de enseñanza aprendizaje y como nosotros mediaremos ese proceso, desde lo planteado por la compañera Johhana me parece sumamente relevante que se involucre a las Instituciones y a las comunidades educativas(padres de familia, estudiantes, secretarios de educación, veedores, personeros, etc.) a involucrarse en comunidades de aprendizaje colaborativo que de alguna forma pueden ayudar a mejorar los procesos educativos en muchas instituciones y a evaluar con calidad y pertinencia a nuestros estudiantes.

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  2. Cuando hablas de evaluación, me recuerdas que es un proceso muy especial que se debe considerar en el desarrollo del proceso enseñanza aprendizaje y las TIC son especialmente efectivas para atender algunas de las dificultades de aprendizaje asociadas con la inclusión social y la igualdad de oportunidades educativas. La evaluación del aprendizaje es una dimensión clave para cualquier dominio de aprendizaje personalizado. Las TIC son particularmente adecuadas como herramientas para la evaluación del aprendizaje Morrissey (2007), tal como lo comento en mi blog.

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  3. Es clara la importancia del uso de las TIC en los diferentes procesos de enseñanza aprendizaje, y mas aún, como lo señalan Johana y Arturo, la evaluación, pues no se puede pretender continuar con las mismas prácticas, tanto de enseñanza como de evaluación, solo que ahora se utiliza un aparato electrónico; por el contrario lo que se debe es buscar cómo hacer las cosas y apoyarnos en las herramientas tecnológicas que tenemos a nuestra disposición, generando espacios de comunicación, díalogo y nuevas formas de aprender. La idea es facilitar y mejorar las cosas, no complicarlas.

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  4. Johanna:
    Tu postura es interesante, confio en que tengas oportunidad de llevarla a la práctica, fue grato trabajar contigo!

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